Una de las prácticas que debíamos hacer en esta asignatura era una rúbrica que evaluara esta carpeta autoevaluativa que estoy haciendo a través de este blog. En dicha rúbrica debíamos poner que criterios eran los que debíamos evaluar y la puntuación. Después la teníamos que exponer a toda la clase.
Nuestro grupo está formado por tres personas y debíamos estar de acuerdo entre nosotras. Al hacer la rúbrica, intentamos ser honestas, justas y objetivas, poniendo conceptos que deben estar porque es la realidad que hay en el aula, aunque nos perjudique en cierto modo a nosotras.
Por otra parte es muy difícil ser así cuando tienes que elaborar un instrumento que te evaluará a ti misma y a tu trabajo, sabiendo que tu buscas notas positivas y que está en tus manos tenerlas o no (literalmente en este caso). También era difícil ponerse de acuerdo en algunos criterios, pues para algunas no era necesario y para otras tampoco pero era un criterio indispensable para ser justos.
Considero que esta rúbrica es de calidad y con unos criterios justos, honestos y objetivos, porque por algo hemos leído diferentes artículos y realizado diferentes reflexiones sobre los instrumentos de evaluación. No consideraría correcto hacer uno que no cumpliera aquello que he defendido anteriormente.
Además del nuestro, hay 5 grupos más que han hecho también su propia rúbrica. Todas ellas tenían partes en común y partes que las hacían únicas y que te hacían reflexionar y pensar: ¿Por qué yo no he puesto esto si es importante? De esta manera dábamos importancia a cada una de ellas y valorarlas.
Gracias a Renfe, no pude ni realizar mi exposición ni observar las de mis compañeras y eso ha dificultado mucho mi trabajo a la hora de explicar que he aprendido y que mejoraría de las rúbricas. Por suerte, la profesora puso cada rúbrica en el campus virtual que tenemos, de esta forma puede leer e interpretar cada una de ellas y explicarlas lo mejor que pueda.
Finalmente, toda la clase se reunió para decidir cuál era la rúbrica que valoraría el trabajo de todas nosotras. En primer lugar cada una dijo la que consideraba mejor. Cuando salió una, se preguntó si las que no habían votado ésta estaban de acuerdo y nos dispusimos a mejorar algunos aspectos a pulir para que ésta fuera una rubrica deseada para todas. Fue unánime y de forma consensuada que ésta sea la que es. Aún así, debo decir que no estoy cien por cien contenta con la elección. Nos beneficia muchísimo, pero hemos sido un poco hipócritas, por lo menos yo, ya que hay algunos criterios que no los encuentro objetivos ni justos ni honestos. Aún así, la elección fue en grupo y no fue desacertada.
El resultado de los cambios de la rúbrica y, por lo tanto, la que evaluará esta carpeta autoevaluativa, es el encontrado a continuación.
Conclusión.
Para mí ha sido una actividad muy productiva, porque es una buena forma de mostrar a los alumnos las dificultades que existen para hacer una evaluación de calidad cuando ya has leído y criticado todo aquello que se hace mal. Ha sido fácil realizar algunos criterios porque los tenemos muy inculcados desde pequeños en la escuela y sabes que deben estar ahí porque sino no se evaluaría nada. En cambio, hay otros que hemos tenido que buscar en diferentes trabajos y artículos para poder tener un poco de inspiración y variedad porque no nos salía de ninguna forma. Aún así, resulta difícil no caer en la subjetividad cuando se trata de una evaluación para tu propio trabajo y que eso implica que tu nota sea mejor o peor, como he dicho antes. Por eso, corroboro aquello que he dicho en el anterior post, de la dificultad que tienen los profesores y entiendo porque en algunos casos ocurren injusticias, porque incluso nosotras que hemos aprendido sobre el tema, hemos sido hipócritas y hemos pensado en nuestro propio beneficio al final.
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